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La energía eléctrica, motor del futuro.
La AIE confirma que la demanda seguirá creciendo con fuerza hasta 2026.

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha publicado su informe de mitad de año con una conclusión contundente: la electricidad será el gran motor energético de esta década. Pese a las incertidumbres económicas, la demanda global crecerá un 3,3% en 2025 y un 3,7% en 2026, más del doble del aumento previsto para la demanda energética total.
Este crecimiento está impulsado por la electrificación de la industria, los hogares y la movilidad, así como por el auge de centros de datos, climatización y vehículos eléctricos. La electricidad se consolida así como el vector imprescindible de la transición energética y del desarrollo económico mundial.

Renovables: líderes indiscutibles del mix energético
Por primera vez en la historia, las energías renovables están a punto de superar al carbón como la mayor fuente mundial de generación eléctrica. Según la AIE, esto podría ocurrir tan pronto como en 2025. La solar y la eólica encabezan esta transformación, garantizando electricidad limpia, competitiva y segura para millones de personas.
Este avance no solo responde a razones climáticas, sino también a la eficiencia económica: los proyectos renovables son hoy la forma más barata de generar electricidad en la mayoría de los mercados.

Nuclear: apoyo secundario en el camino hacia la descarbonización
El informe también señala un aumento récord en la generación nuclear, especialmente en Japón, Estados Unidos, Francia y Asia.
Aunque esta tecnología puede jugar un papel de apoyo en determinados países, su desarrollo es más lento y costoso frente a las renovables, lo que limita su potencial como solución global.
Las emisiones del sector eléctrico alcanzan un punto de inflexión
En los próximos años, el sector eléctrico mundial afrontará un punto de inflexión: las emisiones de CO₂ derivadas de la generación eléctrica se están estabilizando y comenzarán a descender a partir de 2026.
La agencia Internacional de la Energía destaca algunas razones:
- El despliegue acelerado de energías renovables
- La mayor eficiencia del sistema eléctrico
- y, en algunos países, al apoyo de la generación nuclear, lo que está limitando el uso de combustibles fósiles.
La Unión Europea liderará esta tendencia con la reducción más pronunciada, cercana al 10% anual, consolidándose como referente global en descarbonización.
China también registrará un descenso significativo, mientras que, a nivel global, la intensidad de carbono de la electricidad caerá en promedio un 3,7% anual hasta 2026.
Este progreso confirma que la transición energética ya ofrece resultados tangibles y allana el camino hacia un futuro eléctrico más limpio y sostenible.

El papel crucial del almacenamiento y las redes
La AIE advierte que el éxito de esta transición dependerá de la inversión en redes eléctricas, almacenamiento y flexibilidad del sistema. Solo así se podrá responder al crecimiento imparable de la demanda eléctrica de forma segura, eficiente y asequible.

Asia y Estados Unidos marcan el ritmo
Las economías emergentes de China e India concentrarán el 60% del incremento del consumo eléctrico mundial en 2025 y 2026. Su ritmo de crecimiento alcanzará el 5,7% y 6,6% respectivamente en 2026.
En Estados Unidos, la expansión de los centros de datos mantendrá el crecimiento anual por encima del 2%. Europa, en cambio, avanza más lentamente, con apenas un 1% este año y una ligera aceleración en 2026.
La demanda eléctrica en España
España está experimentando un incremento sostenido en la demanda eléctrica —de enero a junio de 2025, la demanda aumentó un 2,5 % interanual (1,2 % una vez ajustados calendario y temperatura)
Este alza se da en un contexto en el que las renovables ya superan ampliamente a los combustibles fósiles: en el conjunto de 2024, el 50,4 % de la electricidad generada procedió de fuentes renovables, siendo la eólica superior al gas.
Solo en mayo de 2025, las renovables alcanzaron el 61,5 % del mix, y las tecnologías sin emisiones un 76,3 %, con la solar fotovoltaica como primera fuente individual
Además, los centros de datos, cuya demanda eléctrica se duplicará a nivel global para 2026 según la AIE, ya representan una palanca clave en España. Están impulsando proyectos de energías renovables y autoconsumo gracias a su consumo continuo y contratos de compra directa, urbanos y sostenibles.

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El mensaje de la AIE es claro: el futuro energético será eléctrico, y la electrificación mediante renovables y almacenamiento es la única vía sólida hacia un sistema sostenible, resiliente y competitivo.
La estabilización y futura reducción de las emisiones de CO₂ en el sector eléctrico que destaca la AIE confirma que la Transición Energética ya está dando resultados tangibles. Para Amara NZero, estas señales son una motivación y una responsabilidad: seguir impulsando soluciones que aceleren la descarbonización y consoliden un futuro sostenible.