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El cobre, clave en la Transición Energética


El objetivo de la Transición Energética es claro: abandonar progresivamente los combustibles fósiles y avanzar hacia un modelo basado en energías renovables, eficiencia, digitalización y electrificación. Para hacerlo posible no solo se necesitan cambios normativos o inversiones, sino también materiales clave. Uno de los más importantes es el cobre.

Cable baja media alta tensión

Gracias a sus excepcionales propiedades de conductividad eléctrica y térmica, el cobre es un componente esencial en todas las tecnologías asociadas a la electrificación. Desde redes de distribución, módulos solares y aerogeneradores hasta vehículos eléctricos o baterías este metal está presente en cada paso hacia un futuro más limpio.

Un material esencial para la sostenibilidad

El cobre es un metal con propiedades excepcionales: gran conductividad eléctrica, ductilidad y resistencia a la corrosión. Estas cualidades lo hacen insustituible en múltiples aplicaciones industriales, especialmente en un contexto de electrificación global.

Por ejemplo:

  • Las redes eléctricas inteligentes, esenciales para gestionar la variabilidad de las renovables y el consumo distribuido, necesitan cobre para garantizar una transmisión eficiente y segura.
  • En turbinas eólicas y paneles fotovoltaicos, el cobre es clave en los generadores, inversores, transformadores y sistemas de almacenamiento.
  • Un coche eléctrico puede contener hasta 80 kg de cobre, más del doble que un vehículo de combustión.
  • En la infraestructura de recarga, cada nuevo punto de carga eléctrica y cada sistema de distribución añade demanda de este metal.
  • Las tecnologías emergentes como la inteligencia artificial y el almacenamiento energético dependen del cobre para funcionar de forma eficiente.

En definitiva, el cobre resulta insustituible. Su alta conductividad eléctrica y térmica lo convierte en un elemento esencial en la generación, distribución y almacenamiento de energía limpia.

Una demanda en aumento

Es tal la importancia del cobre que se estima que la demanda global podría aumentar un 40% hasta 2040. El problema está en que la oferta no está en condiciones de seguir ese ritmo. El agotamiento de los yacimientos, los elevados costes de extracción, la inestabilidad geopolítica en zonas productoras clave y los largos plazos de desarrollo (hasta 25 años para abrir una mina) están creando un cuello de botella.

En este sentido la ONU, a través de su organismo de Comercio y Desarrollo (UNCTAD), ha lanzado una advertencia contundente: el mundo se enfrenta a una posible escasez de cobre que podría frenar el avance hacia las energías limpias y las infraestructuras digitales. En su informe Global Trade Update, publicado el 6 de mayo de 2025, califica al cobre como “la nueva materia prima estratégica” en la economía verde y digital, esencial para tecnologías críticas.

Según la UNCTAD, satisfacer las previsiones actuales implicaría abrir 80 nuevas minas e invertir al menos 250.000 millones de dólares antes de 2030.

Mina de cobre

Asimetrías globales: productores sin valor añadido

Según dicho informe, más del 50% de las reservas mundiales de cobre se concentran en sólo cinco países: Chile, Perú, Australia, la República Democrática del Congo y Rusia. Sin embargo, el valor añadido del cobre se genera lejos de estos territorios. Actualmente, China refina el 45% del cobre mundial tras importar el 60% del mineral extraído globalmente.

Esto pone de manifiesto una profunda desigualdad estructural: los países productores siguen atrapados en la exportación de materias primas sin capacidad industrial suficiente para transformarlas, mientras las naciones importadoras dominan el procesamiento y el valor añadido.

La progresividad arancelaria también es un obstáculo: los productos refinados pagan menos aranceles (2%) que los transformados (8%), lo que desincentiva a los países productores a invertir en modernización e industrialización.

Reservas mundiales de cobre 2024
Fuente: UN Trade and Development (UNCTAD) - Datos del Instituto Geológico de EEUU - 2024

Reciclaje: una vía estratégica

En este contexto, el reciclaje de cobre surge como una oportunidad clave. En 2023, una de cada cinco toneladas de cobre refinado (4,5 millones de toneladas) procedía de fuentes secundarias. Estados Unidos, Alemania y Japón lideran las exportaciones de desechos y residuos de cobre, mientras que China, Canadá y Corea del Sur encabezan las importaciones.

Invertir en infraestructuras de reciclaje y cualificaciones profesionales puede ayudar a estos países a escalar en la cadena de valor, desarrollando una industria propia en lugar de depender exclusivamente de la exportación de minerales en bruto.

    ¿Qué propone la ONU ante los desafíos futuros del cobre?

    Ante este escenario de posible escasez del cobre, la UNCTAD pide a los gobiernos una estrategia más inteligente de comercio e industria. Algunas de sus propuestas:

    • Simplificar los permisos para nuevas explotaciones.
    • Reducir barreras arancelarias para incentivar la transformación local.
    • Fomentar cadenas de valor regionales.
    • Ampliar la capacidad de reciclaje.
    • Invertir en cualificaciones e infraestructuras para procesar el cobre localmente.

    El cobre como pilar de la sostenibilidad

    Más allá de su papel técnico, el cobre tiene también una dimensión estratégica. Su reciclabilidad, durabilidad y eficiencia energética lo convierten en un material alineado con los principios de la economía circular. La reutilización y el reciclaje de cobre permiten reducir la huella ambiental asociada a su extracción y procesamiento, contribuyendo así a un modelo más sostenible.

    En definitiva, el cobre es mucho más que un recurso industrial: es un facilitador clave de la transición energética. Su presencia es imprescindible en la electrificación del transporte, la generación renovable y la modernización de las redes. Si queremos avanzar hacia un modelo energético más limpio, eficiente y resiliente, contar con una estrategia sólida en torno al cobre será una condición necesaria.

    La volatilidad en los precios del cobre, metal esencial en productos clave para la transición energética como cables y componentes eléctricos, resalta la importancia de estrategias de aprovisionamiento inteligentes. En Amara NZero, anticipamos las necesidades del mercado y gestionamos stock de materiales críticos, lo que nos permite ofrecer a nuestros clientes mejores condiciones comerciales y una mayor eficiencia en la gestión de sus activos.